Una sentencia es “verdadera” cuando existe una correspondencia entre los datos disponibles y aquellos a los que la sentencia hace referencia.
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Una sentencia es una “verdad a medias” cuando si bien existe una correspondencia entre los datos disponibles y los referidos en las sentencias, se omiten detalles importantes del contexto.
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Una sentencia es “inflada” cuando existe una exageración de las cifras referidas en la sentencias.
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Una sentencia es “Ni Ni” cuando con los datos disponibles no es posible determinar si la sentencia es verdadera o falsa.
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Una sentencia es “engañosa” cuando los datos referidos no son falsos en sí mismos pero la forma en la que se presentan puede conllevar a conclusiones inexactas.
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Una sentencia es “falsa” cuando no existe una correspondencia entre los datos disponibles y aquellos a los que la sentencia hace referencia.
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Una sentencia es “ridícula” cuando el contenido expresado en ella es obviamente falso
